Teprotumumab: la primera medicación específicamente aprobada para tratar la enfermedad ocular tiroidea activa.
Recientemente la FDA ha aprobado el Teprotumumab para el tratamiento de la oftalmopatía tiroidea. Una gran noticia sin duda para una enfermedad desfigurante
La oftalmopatía tiroidea es una complicación grave y desfigurante asociada a la enfermedad tiroidea autoinmune, causa los “ojos saltones” tan temidos, pero a veces causa visión doble y puede en casos graves, amenazar la visión.
Teprotumumab es un anticuerpo monoclonal dirigido a bloquear el receptor de IGF-1. En enero de 2020 se publicaron los resultados del estudio de fase 3 sobre un total de 83 pacientes con enfermedad tiroidea y afectación ocular. De ellos 41 fueron asignados a Teprotumumab y 42 a placebo. Para entrar en el estudio los pacientes no debían sobrepasar los 9 meses de síntomas de oftalmopatía. El tratamiento se administró mediante infusión cada 3 semanas durante 21 semanas, se realizó seguimiento un total de 48 semanas.
Un 83% de los que recibieron el fármaco redujeron la proptosis (ojos salidos) una media de 3,3 mm- respecto a solo un 10% en el grupo placebo. Los estudios de imagen demostraron que esta mejoría estaba en relación a una disminución del tamaño de la musculatura retroorbitaria, así como a una reducción de la grasa o a ambas combinadas. EL número necesario de tratar (NNT) fue de 1.36, lo que indica que casi todos los pacientes tratados con Teprotumumab redujeron al menos en 2 mm la proptosis respecto a casi ninguno en el grupo placebo (4 de 42). El CAS score (escala que mide la magnitud de la afectación ocular) y la visión doble también mejoraron.
Los efectos adversos fueron leves salvo en un caso en que hubo una reacción adversa a la infusión y se discontinuó el tratamiento.
El seguimiento a largo plazo (48 semanas) no constató recidivas.
En un análisis posterior, los autores encontraron que no hay distinta respuesta según edad, género o entre fumadores y no fumadores según han reportado recientemente en el virtual ENDO2020.
El desarrollo de este fármaco se realizó tras constatar en modelos in vitro que los anticuerpos antireceptor de TSH- responsables de la oftalmopatía, reaccionaban a través del receptor de IGF-1 en fibroblastos.
Muy buenas noticias para nuestros pacientes, una nueva herramienta para evitar esta complicación grave - a veces amenazante para la visión- y desfigurante asociada a la enfermedad tiroidea autoinmune.
Douglas i cols. N Engl J Med 2020;382:341-52
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Jefe de Servicio @doctorasesmilo Especialista en endocrinología de la gestación/reproducción Coordinadora de la Unidad de hipófisis Coordinadora de la Unidad de tiroides