La semaglutida es un fármaco agonista GLP-1 que ha sido estudiado recientemente en un ensayo en adolescentes STEP TEENS (Semaglutide Treatment Effect in People With Obesity).

Un primer ensayo de este medicamento ya permitió que la Food and Drug Administration (agencia reguladora de medicamentos estadounidenses) lo aprobara en enero de este año para el tratamiento en obesidad en mayores de 12 años.

En este segundo análisis, se ha estudiado el efecto de la Semaglutida frente a un grupo control. Los resultados pretendían analizar el efecto en la bajada de peso (medido a partir del IMC) pero también el efecto en el metabolismo de la glucosa, en factores de riesgo cardiovascular, seguridad y tolerabilidad.

Tras la administración del fármaco durante 68 semanas o del placebo, se observó una bajada en un 45% por debajo del umbral de obesidad en el grupo que tomó el fármaco, mientras que solo un 12% en el grupo placebo lo consiguieron.

Desglosaron los individuos con obesidad en tres categorías, dependiendo del grado de obesidad que presentaban. Aquellos que presentaban inicialmente un grado III (mórbida) y que fueron tratados con Semaglutida, se mantuvieron un 34,1% en esta categoría mientras que el porcentaje restante descendió de categoría (36,4% a grado II, 18,2% a grado I y un 11% por debajo del umbral de obesidad). En cuanto a los participantes con placebo que presentaban un grado III de obesidad, sólo un 9,1% disminuyó a obesidad clase II a las 68 semanas.

En obesidad de grado II, los participantes con placebo se mantuvieron en un 71% en su categoría, mientras que los participantes con Semaglutida más del 50% redujeron por debajo del umbral de obesidad.

En obesidad de tipo I, 26% de los pacientes con placebo redujeron el IMC por debajo del umbral de obesidad, mientras que los que estaban con Semaglutida fue en torno a un 80%.

Los expertos remarcan que para asegurar un tratamiento adecuado de la obesidad, los adolescentes deben poder acceder a una atención sanitaria integral, que sería un tratamiento de larga duración que incluya terapia nutricional, ejercicio, soporte conductual y terapia del sueño.

El estudio estaba limitado al número de participantes y habría que ver los resultados en grupos de población diferentes. También se hizo la evaluación en base al IMC, lo que puede generar confusión al no diferenciar entre pérdida de grasa o masa muscular.