Nuevas observaciones sitúan los pacientes con obesidad como aquellos que han sufrido la COVID19 con más gravedad. Los resultados ponen de manifiesto que los pacientes más jóvenes ingresados eran los que tenían un IMC más elevado.

Con el paso de los días, van llegando nuevas investigaciones que nos permiten conocer un poco mejor esta enfermedad que nos ha cambiado la realidad de un día para otro.

En este caso, es la revista The Lancet quien publica nuevas observaciones que sitúan a los pacientes con obesidad como aquellos que han sufrido la COVID19 con más gravedad.

Desde el inicio, se ha hablado de que la COVID19 afectaba con pocas complicaciones en la población joven, pero esta afirmación podría ser totalmente contraria si estos jóvenes presentan obesidad. La mayoría de pacientes jóvenes que han requerido hospitalización en UCI, tenían un exceso de peso importante.

Recordemos que la obesidad viene definida por el índice de masa corporal (IMC) y se habla de obesidad cuando éste es superior a 35kg / m². Actualmente, la prevalencia de esta enfermedad es alrededor del 40% al EE.UU., 24% en España, 20% en Italia y 6,2% en China.

La observación se hizo en EEUU entre finales de marzo y principios de abril a 265 pacientes ingresados ​​en la UCI. El 58% de los cuales eran hombres y la media de edad se situaba en 55 años. Los resultados, correlacionaron significativamente la edad con el IMC, poniendo de manifiesto que los pacientes más jóvenes ingresados ​​eran los que tenían un IMC más elevado. También se observa una relación entre mayor gravedad y obesidad más importante.

El jefe de investigación asegura que la relación entre mal pronóstico y el peso, no fue difícil de hacer y enseguida sospecharon solo viendo qué pacientes estaban en la UCI. Sin embargo, asegura, que a pesar del prototipo de enfermo con peor pronóstico coincida con edad avanzada y enfermedades previas, un paciente joven, sintomático y con obesidad puede tener las mismas complicaciones.

Los mecanismos por los que la obesidad agrava la COVID19 son varios. Por un lado, la misma masa grasa ejerce una presión adicional sobre el diafragma. De otra, la obesidad ya es de por sí una condición proinflamatoria,  condición que durante el transcurso de una infección vírica empeora. Además, los receptores del virus SARS-CoV-2 causante de la COVID19, se expresan en cantidades elevadas en el tejido adiposo.

Si hasta ahora la edad había sido un parámetro tranquilizador para muchos de nosotros, hay que ser conscientes de nuestra condición física para valorar la vulnerabilidad. En población joven, la COVID19 puede afectar con más gravedad de la que se pensaba cuando exista un exceso de peso.

Los colectivos de riesgo que las autoridades sanitarias han listado desde un principio, no incluyen este aspecto relacionado con el peso. Sin embargo, con los datos en la mano, habría que destacar la importancia de conocer esta realidad y considerar estos perfiles como población susceptible.

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