Estreñimiento y ayudas nutricionales
En muchas ocasiones al realizar cambios de alimentación para favorecer la pérdida de peso se reducen cantidades de la ingesta diaria, se incrementa la ingesta de fibra y se realizan cocciones con menor cantidad de grasas. Todo ello puede favorecer que el tránsito intestinal se vea ralentizado y el ritmo deposicional también. Por otro lado el uso de ciertos fármacos también utilizados en la pérdida de peso pueden producir dicho efecto.
¿Qué cambios podemos realizar a nivel nutricional para mejorar esta situación?
En primer lugar una buena hidratación será esencial, es decir, un consumo mínimo de 1.5litros de agua/ infusiones al día que equivale a 6-8 vasos, será primordial.
Incluir semillas de chía o lino en el día a día. Este tipo de semillas son ricas en mucílagos, un tipo de fibra que al hidratarse forma una especie de gelatina que además de aumentar el tamaño el bolo fecal, promueve la estimulación del intestino y por lo tanto facilita la evacuación.
Pueden dejarse en remojo en agua durante la noche y tomarlas junto con el desayuno o bien añadirlas en las ensaladas, yogures o cremas de verduras e ingerir la cantidad mencionada de agua a lo largo del día con el fin de hidratarlas.
Las semillas tanto de chía como de lino son consideradas “superfoods”, puesto que contienen un elevado contenido de nutrientes como Calcio, hierro o omega 3, pero para absorberlos deben consumirse molidos.
Otro alimento a tener en cuenta cuando se quiere mejorar el tránsito intestinal es la avena. Los copos de avena tienen un alto contenido en fibra y añadir cierta cantidad, por ejemplo en el desayuno, puede favorecer a una mejor evacuación.
Generalmente recomendamos añadirlos en el desayuno junto con bebida vegetal enriquecida en calcio, leche o bien en kéfir o yogur, ricos en bífido bacterias.
En ocasiones estos cambios en la alimentación no son suficientes y es necesaria la ayuda de laxantes.
Los laxantes llamados Macrogol u osmóticos se caracterizan por su capacidad de incorporar agua a las heces, promoviendo a que tengan una textura más blanda, de modo que facilita la evacuación y hace que sean más frecuentes. Este tipo de laxantes suelen estar indicados en embarazo a pesar de que siempre se debe consultar al ginecólogo acerca de su uso. Hay que tener en cuenta que suelen estar contraindicados en aquellas personas que presenten patologías a nivel intestinal como enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa o antecedentes de obstrucción intestinal.
Otro tipo de laxantes comúnmente usados son aquellos llamados formadores de volumen. Su efecto es similar al de las semillas de chía y lino; sus componentes se hidratan formando mucílagos que dan volumen a las heces ayudan al movimiento peristáltico del intestino.
Al igual que los anteriormente mencionados, siempre se debe consultar con el médico en caso de embarazo o lactancia y tener en cuenta su composición puesto que dependiendo de ella pueden no estar indicados en caso de alteraciones de tiroides o de intolerancias alimentarias.
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Dietista - Nutricionista Experta en inmunonutrición Especializada en intolerancias alimentarias y vegetarianismo Responsable unidad de nutrición en la mujer (SOP, fertilidad,...) embarazo y lactancia.