El dipedema es una patología aún poco conocida en la que las células grasas crecen y se acumulan de manera excesiva principalmente en las extremidades inferiores, a pesar de que en ocasiones también se produce en los brazos.

Su origen no está del todo claro pero se cree que puede ser hormonal y genético.

El mayor porcentaje de casos se da en mujeres y suele cursar con celulitis aunque hay distintos grados según el nivel de afectación:

Grado I: la piel es blanda pero sin surcos y se pueden palpar acúmulos de grasa.

Grado II: la piel en este caso es más dura e irregular debido a que hay más nódulos de grasa.

Grado III: en este caso encontramos lo que comúnmente se llama piel de naranja puesto que encontramos nódulos de grasa mayores y menores.

En la mayoría de casos, las personas que lo padecen han realizado infinidad de dietas y ejercicio sin apenas obtener resultad, a la vez que con el paso del tiempo presentan dolor e hipersensibilidad en las zonas afectada y se puede ver desproporción entre las extremidades y el resto del cuerpo.

¿Cómo se puede mejorar el estado de salud si se padece lipedema?

En primer lugar, un correcto diagnóstico por parte de un profesional experto será imprescindible.

Una vez realizado el diagnóstico, unos hábitos de vida saludables que incluyan la práctica de ejercicio físico de baja intensidad y una alimentación saludable donde se potencien aquellos alimentos con características antiinflamatorias, serán de vital importancia; pero es cierto que también se precisa de medicación y en algunos casos de cirugía para una correcta eliminación o disminución de la sintomatología.